domingo, 15 de diciembre de 2013

Microrrelato



Exterminio Zombie.

Dentro parecen quedar sólo cuatro o cinco, los últimos vistos en muchos días desde que comenzó el exterminio. Un extraño instinto nos obliga a perseguirlos a pesar del riesgo, ya han transcurrido varias semanas desde que todo comenzó y el agotamiento físico está haciendo mella en nuestro organismo.
Antes de que el virus empezara a extenderse entre la población éramos personas comunes, un día todo cambió, la violencia y la muerte invadieron las calles, de pronto nadie conoce a nadie, el hombre devora al hombre, el hombre se defiende y el hombre asesina al hombre.
Pero hemos logrado unirnos, organizar cacerías, acorralarlos. Pronto serán exterminados por completo, construiremos un nuevo futuro que sustituya a este caos.
Puede que caigan varios de los nuestros en la última contienda, se escucharan disparos certeros destrozando cráneos, aullidos desgarradores cuando la carne de algún desprevenido sea desgajada en vivo. Pero el final está cerca, no habrá compasión, cuando el último de ellos, arrinconado, me mire fijamente a los ojos, se que el instinto hará el resto.
Ya puedo sentir el olor de la carne viva, la sangre inundando mis ojos agrietados, el hueco lamento que surge desde mi pútrido estomago, el reflujo de coagulo y bilis que cuelga perpetuo de mi rabiosa dentadura…


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